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El cierre, la bisagra o la cremona (manilla) son solo los ejemplos básicos de herrajes de una ventana. Estos elementos, adecuadamente elegidos y ajustados, condicionan la funcionalidad de nuestra ventana, garantizando unos movimientos de apertura y cierre fluidos y sin problemas. Incluso las ventanas de mejores parámetros resultan inútiles, si fallan los herrajes. Merece la pena dedicarles un momento y conocer algunos detalles.

Para empezar – ¿qué son los herrajes?

La principal tarea de los herrajes es mantener la estanqueidad de la ventana y permitir su apertura, cierre, oscilación de hojas de ventanas o puertas. Los herrajes son responsables también por la seguridad, protegiendo frente a la intrusión. La cremona es uno de los elementos fundamentales, porque permite cambiar la posición de la hoja. Actualmente, en la ventanas se montan herrajes periféricos, situados en todo el perímetro de la hoja. Después de cerrar la ventana, aprietan la hoja uniformemente al marco. Esto garantiza la estanqueidad y evita la deformación del perfil.

Los herrajes perimétricos elegidos condicionarán el movimiento de cierre y apertura de la ventana. Los herrajes permiten configurar la hoja de ventana, para su apertura oscilante o batiente. La mejor solución es elegir herrajes, que permitan el movimiento oscilo-batiente de la hoja.

Herrajes para tareas especiales

Además de abrir y cerrar la ventana, los herrajes pueden proteger también frente a una intrusión o pueden permitir la entrada de aire fresco, sin necesidad de abrir la hoja.

Los elementos clave de herrajes con aumentada resistencia a la intrusión, son los enganches anti-intrusión y los bulones i.S. Dependiendo de la clase de protección deseada, los enganches de montan en cada esquina de la ventana o bien, en todo su perímetro. Una forma eficaz de protección frente a la intrusión, es el uso de una cremona con llave y placa anti perforación en los herrajes. Estas placas protegen los tornillos y el perno fijador de la cremona, frente a una perforación con taladro. Recordemos que, para que los herrajes dificulten realmente la intrusión a nuestra casa, deben contar con una clase mínima de seguridad WK1.

Ventilación libre, incluso en invierno

Otra función complementaria que pueden cumplir los herrajes modernos es la microventilación. Esta opción permite abrir levemente la ventana, para garantizar la entrada de aire fresco al interior. Esta solución evita el enfriamiento del interior. Un ejemplo de esta solución es el herraje Winkhaus ProLight, probado junto al nuevo sistema Prolux. Su función de amplio ajuste de posición oscilante FOUR Seasons permite oscilar la ventana en cuatro posiciones complementarias. Gracias a ello, contamos con 6 niveles de apertura oscilante de la hoja de ventana, que permiten ajustar libremente la circulación de aire, en cualquier estación del año. Ahora, no estamos limitados a utilizar tan solo la microventilación, que, a menudo resultaba insuficiente, para garantizar un ambiente fresco en el interior de la vivienda o bien, a abrir completamente la ventana, que contribuía al enfriamiento excesivo en invierno.